La situación que vive nuestro país, no es inédita, pero si es fuerte, no la controla una persona o un grupo… y por momento pareciera que no la controla nadie.
¿Cómo salimos de esta situación? Podríamos hacerlo a la fuerza o pacíficamente. A la fuerza es abriendo a fugo de fusil y de bombas lacrimógenas, basado en el hecho que no podemos hacer sufrir a miles de nacionales, por el derecho, mal entendido, que cerrando calles se protesta.
La otra es convenciendo… señalando y tratando de explicar que la solución no es ni rápida, ni pronta… pero que si llegará y que responderá a las solicitudes del pueblo. Y aunque para llegar a ese convencimiento tenemos que saltar varios obstáculos como lo son la confianza y la credibilidad. Estos son impedimentos muy altos.
Los panameños indígenas no creen, no confían, porque en julio del año pasado los engañaron y no les cumplieron. Lo que ocurre hoy y su tozudez es el resultado del mareo que le dieron en la “Mesa del dialogo”.
Y eso venía de vuelta en algún momento y este es el momento. Pero también se derramó la copa. No podemos olvidar que el panameño ha aguantado durante años, decenas de años de abusos de quienes llegan al poder, que se han olvidado que lo hicieron y dependen de nosotros… la gente!
Pero eso lo digo… solo por joder!
OPRRPP-10