La situación que vive nuestro país, no es inédita, pero si es fuerte, no la controla una persona o un grupo… y por momento pareciera que no la controla nadie.
¿Cómo salimos de esta situación? Podríamos hacerlo a la fuerza o pacíficamente. A la fuerza es abriendo a fugo de fusil y de bombas lacrimógenas, basado en el hecho que no podemos hacer sufrir a miles de nacionales, por el derecho, mal entendido, que cerrando calles se protesta.
La otra es convenciendo… señalando y tratando de explicar que la solución no es ni rápida, ni pronta… pero que si llegará y que responderá a las solicitudes del pueblo. Y aunque para llegar a ese convencimiento tenemos que saltar varios obstáculos como lo son la confianza y la credibilidad. Estos son impedimentos muy altos.
Los panameños indígenas no creen, no confían, porque en julio del año pasado los engañaron y no les cumplieron. Lo que ocurre hoy y su tozudez es el resultado del mareo que le dieron en la “Mesa del dialogo”.
Y eso venía de vuelta en algún momento y este es el momento. Pero también se derramó la copa. No podemos olvidar que el panameño ha aguantado durante años, decenas de años de abusos de quienes llegan al poder, que se han olvidado que lo hicieron y dependen de nosotros… la gente!
Pero eso lo digo… solo por joder!
OPRRPP-10
La salida de esta crisis es dándole al pueblo lo que pide, de la misma manera que el pueblo les da la confianza de llegar a un puesto de elección popular dándole a un país la seguridad que por constitución no se crearan mas minas de material metálico ni concesiones y breve respuesta judicial que eleve la tranquilidad de los panameños un nivel de dejar de cerrar calles y perjudicar a otros, sin reprimir con gas ni balas a unos ciudadanos que exigen un derecho y un país seguro, limpio y sin deudas a aquellos que ni siquiera han nacido, la salida de esta crisis que de paso fue creada por un presidente y 45 diputados es el sentarse de una vez por todas en el mismo hemiciclo legislativo a tomar decisiones certeras y concretas que aunque puedan acarrear una resección económica en el país (precio que el panameño prefiere pagar) como si solamente de este rubro dependiera todo el país, la solución de este problema es revisar todas las leyes constitutivas de minerías y de paso derogarlas junto con las ley 406 ya creada, para que vuelva todo un país para dormir en paz y pueda levantarse al día siguiente a trabajar para reparar el atraso económico que se ha causado.
ResponderEliminarOrlando Mece 8-845-2196
La situación que se vive actualmente en el país es algo que ha impactado la percepción que se tenia de los ciudadanos, aguantando siempre malas gestiones de gobierno y ya el pueblo se cansó de lo mismo.
ResponderEliminarEs una crisis que impacta fuertemente al país y salir de ella se ve sencilla dirían muchos, pero es un poco compleja ya que, como bien lo ha dicho en el blog los pueblos aborígenes que son los que siempre dan la cara y luchan por el país han sido engañados anteriormente prometiéndoles cosas en una supuestamente mesa de dialogo las cuales nunca cumplieron.
Haciendo uso de la fuerza creo que no seria la alternativa correcta ya que eso crea rebeldía en el pueblo al ser reprimidos por la fuerza es cuando empiezan las faltas de respeto a las autoridades, el abuso del poder y otras acciones que provocan una respuesta negativa por parte del pueblo manifestante.
Una salida de esta crisis seria escuchar al pueblo y darle lo que pide para cesar la situación que se vive actualmente, derogación de la Ley 406 es lo que el pueblo esta pidiendo claro esta que ahora se han formados ciertos grupos los cuales quieren otras cosas cansados del abuso, pero la principal que es la que formo todo el revuelo en el país fue la aprobación de la ley del contrato minero.
La actual coyuntura en nuestro país no es ajena a crisis pasadas, aunque su intensidad es notable, y la falta de un liderazgo claro complica la percepción de quién o qué la controla.
ResponderEliminarEl diálogo se ha presentado como una herramienta crucial para superar las problemáticas del país, aunque la "Mesa del diálogo" ha dejado un amargo regusto de desconfianza. La tozudez actual de ciertos sectores de la población es el resultado de promesas incumplidas y malentendidos previos.
En este contexto, no podemos ignorar el cansancio acumulado de la población, que ha soportado décadas de abusos por parte de aquellos en el poder. La falta de conexión entre los líderes y el pueblo es evidente, y la recuperación de la confianza se presenta como un desafío monumental.
Salir de esta situación no es algo fácil, ya que el pueblo panameño más de un mes con cierres en la calle, Veraguas y Chiriquí son puntos dónde no hay ningún día donde las personas no cierren las calles en especial el pueblo indígena, considerado por muchas personas como valientes y por una minoría como no más personas que son lo quieren cerrar calles, pero si hay que dejar en la claro que es por este grupo que siempre sale a la calle y da la cara sin temor que muchas veces se recibe respuesta. Actualmente el país no tiene un presidente ni vicepresidente que de la cara y enfrente está crisis como debe ser, pero un pueblo cansado de tantas corrupción que ya no se esconden para hacerla, cada día salen más casos de injusticia al pueblo panameño, y estos no dejará nada fácil al gobierno. Por eso es la lucha de casi un mes para que el gobierno se de cuenta que el País está cansado de tantas promesas y corrupción por parte de ellos. El caso de la minera fue el empujón que necesitaba el pueblo panameño para despertar y no seguir en lo mismo, solo nos queda de lección esto y escoger bien nuestro futuros presidentes.
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