martes, 28 de abril de 2015

La gente invisible

En un mundo donde los artículos tecnológicos, llámense computadora, celular o tabletas, son una muleta con la cual "virtualmente" sin ella no podemos vivir, divertirnos o trabajar, es bueno saber que todavía tenemos que depender de personas (si gente, esos seres que andan entre pasillos, carros, basura, desagües, con machete en mano, destornilladores, con caras de locos y desesperados, y de los cuales también nos apoyamos).

Pero esos seres pasan tantas veces desapercibidos que se convierten en invisibles para la gente que los rodea y a quienes sirven.

Son personas que dejamos por sentado que están allí para servirnos. Son los conserjes, los que cuidan la garita, los que recogen nuestros desperdicios, los que limpian nuestras mesas, nuestra calles, nuestros pisos...

Gente a quien ocupamos, pero de quienes no nos ocupamos.

Gente que necesitamos para vivir, pero ni siquiera sabemos como es su vida.

Gente a la que no le vemos la cara y quienes conocen de nuestros gustos, nuestros amigos y nuestras rutinas...

Y algunas veces.... solo algunas veces.... Son mejores que nosotros.

Pero eso lo digo, solo por joder.

10 comentarios:

  1. Francisco Javier Cedeño 8-850-178
    El pasado domingo, a las 8:25 de la mañana, cuando el camión que recoge la basura en mi barriada, en La Chorrera, pasaba por allí, me acerqué a uno de los señores que estaban subiendo las bolsas. El señor se llama Carlos González, tiene 44 años y trabaja desde hace 4 años en la Empresa Metropolitana de Aseo (EMAS, encargada de la recolección de basura en Panamá Oeste) y le pregunté qué tan difícil era su trabajo.
    El señor puso cara de terror, me dijo: uff hermanito, no tienes idea, la gente es muy cochina y cree que nosotros estamos para recoger sus porquerías, y para colmo, la empresa no se preocupa por la salud de nosotros.
    Su respuesta me dejó preocupado, pero era totalmente cierto, esos recolectores no tienen ni el mínimo nivel de seguridad en su trabajo, se exponen a bacterias, enfermedades, objetos punzo-cortantes que pueden transmitirle una enfermedad, y más.
    Al terminar la conversación, le di la mano al señor Carlos y le dije: muchas gracias señor, gracias por hacer este trabajo y ojalá que Dios lo mantenga con energía para seguir haciéndolo. Su cara fue de sorpresa, creo que nunca esperó mi gratitud, y me dijo: de nada hermanito, es lo que toca y hay que echar pa` lante.

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  2. La señora Priscila Perez caminaba muy temprano por la Transistmica y al ir acercándome a ella, colocaba su escoba y recogedor para recoger algunos desechos tirados en la calle. En ese momento me acerco y le doy las gracias por recogerlo, a lo que me responde que es su trabajo y no tiene otra opción. Nuevamente le doy las gracias pero esta vez por hacer eso que muy pocos desean hacer. Luego de volver a hablarle me vuelve a responder diciendo que ella tampoco lo desea hacer ya que la paga no es la mejor y mucho menos agradable, pero que es lo que le ha tocado para poder mantener a sus 3 hijos, de los cuales el mayor, ya se está graduando de colegio; lo decía con lagrimas con lagrimas de emoción.
    Este es un trabajo que muy pocas veces reconocemos como valioso, ¿pero que haríamos sin los aseadores? Muchos de los que ejercen esta función son denigrados y hasta insultados en tantas ocasiones por los insatisfechos usuarios de un sistema del que ellos no tienen voto.
    Finalmente me despedí diciéndole que continúe sus labores tan alegre, que hasta cantando iba, y solo me respondió ¡Que Dios te bendiga!

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  3. Susana González Trujillo
    8-892-198
    A eso de las ocho de la mañana paso el camión de la recolección de basura y mientras recogían las bolsas de desechos en mi casa le pregunte a un señor de nombre Claudio Ramírez, el tiempo que tenía trabajando en la Autoridad de Aseo y muy amable el señor me dijo que tenía 2 años laborando y por allí mismo como el señor no se molestó le pregunte que cuantos hijos tenia y me comento que era el sustento de su casa con 4 hijos que mantener.
    Luego de que me respondiera la preguntas le agradecí por recoger la basura, y que gracias a él y a todos sus compañeros tenemos una comunidad más limpia, el señor me dijo que son pocas las personas que le agradecen por hacer su trabajo y me agradeció con una sonrisa enorme y se fue.
    Durante toda la conversación con el señor Claudio, percibí que era una persona honrada y muy humilde al momento de decirme que él era el sustento en su casa lo dijo con mucha valentía y orgullo y luego de que le agradecí su cara cambio por completo reacciono feliz.

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  4. Jose Abraham Sanchez Vargas
    8-787-2337
    EL trabajador de Revisalud me lo encontre el viernes 24 de abril del 2015, la conversación no fue muy larga duro unos 3 minutos porque el señor trabajador de nombre de Radames tenia que seguir su recorrido de recolectar basura con su camión asignado.
    Le hice dos preguntas:
    1)Le dije que implementos le hacian falta para desarrollar su labor de una manera mas segura y proteger su salud.
    Me dijo que la calidad de los guantes no es buena deberian ser especiales y que le proteja o los cubra hasta los codos o todo el brazo y en cantidad suficiente para ser cambiados durante el recorrido de recoger basura.
    Tambien mascarillas adecuadas para personas caminado deberian ser especiales y con buena filtración de aire porque ellos estan semi trotando.
    2) Como califica su salario cree que es bueno.
    El señor Radames me dijo que tenia que ser superior al del salario minimo porque ellos arriesgan su salud y al terminar su labor el mismo tiene familia.
    El dice que estan expuestos a enfermedades, bacterias, y articulos contaminados.
    Por otra parte: creo que el señor tenia cierto nivel de estudios porque su respuesta eran algo con bases y tal vez con pruebas de que le faltan materiales para desarrollar su labor de una manera mas segura.
    Me pregunto que iba a hacer mi persona jose abraham con la información brindada le dije que era una tarea de la universidad e iba a ser analizada dentro de un salon de clases.
    Le dije que su labor o trabajo es muy importante le agradeci su labor que ayuda a la salud de la población, me despedi y le dije que dios lo mantenga con salud, y energias para trabajar

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  5. Blanca Vasquez 8-874-1235

    Mi entrevista se la realize a las llamadas hormiguitas, las cuales estan ubicadas en el parque Urraca, le realize las preguntas correspondientes. La sra lleva 20 años en el oficio y cabe destacar para ella no ha sido facil, pero dice que sus hijos son la razon que la motivo a realizar este trabajo y seguir permaneciendo alli aun de lo pesado que es esta labor. Para no alargar mantuvimos una amena conversacion, la señora fue muy respetuosa y amable. Al final le agradeci por su sacrificio de limpiar las calles de Panamá, y que nos librara de las enfermedades, que noa causa una ciudad sucia. La reacción de la señora fue de sorpresa y alegria ya que me indico que casi nadie le da las gracias, ni los propios jefes. De igual manera me dio un consejo, cuando tienes una razon por la cual luchar, no existe trabajo que te impida luchar por conseguir lo que quieres, ni obstaculos que te detengan. Aunque muchas veces el camino se torna obscuro, siempre hay uma luz donde veo a mis hijos, quienes me motivan a levantarme todas las mañanas a las 4:00 am y llegar aqui a ser la llamada "hormiguita".

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  6. Trabajadora de la Dimau
    Luz maria Gonzalez.
    Edad: 40 años
    Familia: 3 hijos
    Me dirigia a agarar el metro se encontraba una trabajadora del Dimau mejor conocida como las hormiguitas. Para poder poder acercarme hacia ella fue un poco dificil porq se encontraba en su hora de trabajo. Me acerque con discreción y le di los buenos dias y respondio amablamente, le pregunte que si le podia hacer una consulta, me dijo que si.
    Primero cual es su nombre, luego para para que no sonara tan interrogativo le pregunte que tiempo llevaba realizando me dijo que de su cuarenta años de edad lleva 15 años trabajando, no es facil este trabajo porque muchas personas no nos valora, hay veces que no ven en la calle y no arrojan la basura.
    Al momento que me respondio esto al verle su cara de decepcion le dije yo le quiero dar las gracias por su labor, no cualquiera estaria dispuesto a trabajar en la Dimau. Se sonrio conmigo y se sintio un poco apenada y me dio la gracias.,me dijo que era una joven muy amable.
    Tomemos conciencia ayudemos con la limpieza y aseo de la ciudad y nuestro alrrededores "comprometidos por una ciudad limpia "

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  7. Trabajadora Celideth tiene 37 años y ella me comento que trabaja en el DIMAU porque no le queda de otra, pues prefiere trabajar de eso que estar robando en cualquiera esquina, solo tiene 2 años de estar trabajando en esa labor y a pesar que no le va muy bien se mantiene.
    Al finalizar mi conversación con ella le di las gracias diciéndole: -Gracias porque por personas como usted muchos de nosotros no salvamos de alguna enfermedad o contagio de algo, mientras que usted se expone a eso. Ella quedo sorprendida al escuchar que yo le daba las gracias.

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  8. Innis
    Tarea #2
    Opinión Pública
    Entrevista a un trabajador de aseo (AAUD)
    Nombre del trabajador: Emanuel Ríos Ávila
    Reside en el Chorrillo
    Edad: 26 años
    Tiene 3 hijos, casado, en le actualidad tiene 7 años de trabajar en la empresa.
    Dice que no es el mejor trabajo del mundo, pero que lo hace para llevar un sustento a su hogar. Y que como no tuvo el privilegio de estudiar no le quedo de otra que aceptar ese tipo de empleo. Al finalizar le di gracias y me respondió, que gracias a usted, porque nunca en 7 años se le había acercado nadie a preguntarle sobre su laborioso trabajo-.

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  9. “ME VALE MIERDA… LO QUE NECESITO ES PLATA”


    Romantic Gordón, adulto de 52 años de edad, se levanta cada mañana para asistir a su trabajo. Éste se ubica frente a la parada del metro, en la estación cinco de mayo; Es decir, en el parque de los Mil Días. Seguro ya se están preguntando quien podría trabajar en un parque y que además está lleno de borrachos, drogadictos, locos, prostitutas, entre otros individuos particulares.
    Gordón reside en el populoso barrio de El Chorrillo. – Gracias a Dios- no tiene hijos pero si tiene que mantener a su esposa. Trabaja para la autoridad de aseo, desde hace más de 15 años. Pero cómo es posible que se haya mantenido tanto tiempo en el mismo lugar de trabajo.
    -Inicié ganando 150 dólares mensuales, ¿usted cree que eso es sueldo para un ser humano?- , me preguntaba mientras recordaba lo siguiente y miraba la gente pasar frente al almacén que vende ropa de segunda mano. Luego prefirió sentarse y colocó un pañuelo en el muro que bordea el parque. – Tengo tanto que contar, pero lo mas importante es levantarme todos los días con pensar positivo, porque si me deprimo, entonces quien me da pa’ comer-. Entonces lo interrumpí para preguntarle qué experiencia guardaba, alguna que lo marcara para su vida. De inmediato respondió… - Hace algunos años, me cambiaron de ruta para limpiar en el Dorado y mientras recogía el poco de porquería que tiran los puercos, una vieja como platuda estaba trepa´ en un carrón y me pidió que me quitara, por lo que respondí que no podía porque estaba trabajando. La vieja me tiro el carro y un hijo de ella o algo así se bajo y me intento meter una trompada. A lo que yo respondí y lo dejé en la lona. Me llevaron a la corregiduría de Betania y yo llame a mi jefe para que me auxiliara, para mi sorpresa, mi jefe fue a “echarme candela” ¡chucha, me dio esta rabia! Pero bueno es lo que uno se gana a veces por no estudiar-. Entonces salió de ese profundo recuerdo para levantarse y decirle a un joven de facciones originarias, mal vestido, con tatuajes por todo el cuerpo, parecían dibujos y letras echas por mi sobrino, que le vendiera los mangos. Tenia tres y costaban un dólar, pero el se los quitó de la mano y le dijo que le daría un “cuara” por los tres. El joven se molestó pero accedió a la insistencia del señor Gordon; volvió a sentarse y como explicando la circunstancia, exclamó… ¡Hey ya es hora de almuerzo! Finalmente, le pregunté, ¿Cómo hace usted para trabajar, qué herramientas le dan? – Mira, a nosotros nos tienen como perros, no nos dan herramientas, solo escobas todas “floriadas” y unos cartuchos. En ocasiones nos dan guantes y los días que no hay, a mí me vale mierda, tengo que meter las manos entre gusanos y lo que sea. Lo que necesito es plata, para no tomarme otra vez, como hoy, el té sin azúcar.
    Finalmente, le extendí la mano y dije: Señor gracias por el trabajo que usted hace por nosotros, es loable, muchas gracias y mis respetos. Y como un niño cuando tiene que decir charlas frente a su clase, se encogió, se ensimismo, escondió las manos, cruzó los pies y dijo: Valora tu casa, tus estudios y tu familia.
    Fin.

    Heady Lenae Morán
    Opinión Pública/ Nocturno

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